Mucho se habla de cómo fomentar la lectura en niños y jóvenes. Al final se resume todoo a dejarles disfrutar de los libros. Para ello han de tener libros cerca y poder elegir. (Una gran idea es visitar la biblioteca).
Otro punto imprescindible para que los niños se acerquen a la lectura es el ejemplo. Si ven que sus padres, profes, amigos, tíos, leen, ya tenemos medio camino hecho.
Por eso, estas Navidades regalad a vuestros peques al menos un libro (seguro que en la mayoría de las casas no va a ser un regalo que hayan pedido, pero esos 10 o 20 € son una inversión a largo plazo). Pero eso no es todo. Pedid a los Reyes Magos, Papá Noel, el tío de Nadal, la Bufana, el niño Jesús, San Nicolás, o a quien tengáis por costumbre un libro al menos para papá y mamá también. Hacedme caso. Eso se les quedará grabado aunque en el momento de abrir regalos soy consciente de que pueden quedar un poco desapercibidos.
Pero en cuanto las pilas del superjuguete de moda se acaban; en cuanto el nuevo circuito de coches se atasca; cuando no hemos sido capaces de montar este juguete tan llamativo y que en el anuncio decían que era tan fácil de montar; o mil otros imprevistos asolan a los regalos estrella… entonces, entonces, ¡sí! sin saber muy bien como, terminarán cogiendo para hojear el libro y esa será su oportunidad de hacerles entrar en un mundo mágico y maravilloso que ojalá siempre les acompañe.
Ya si los padres sacamos un rato para disfrutar de nuestras nuevas lecturas y además conseguimos que nos vean leer, habremos logrado la cuadratura del círculo de la lectura navideña.
¡Felices fiestas a todos!